[ad_1]
Depresión infantil: síntomas y prevención
La etapa infantil es donde es menos probable que detecten síntomas de depresión, una enfermedad que preocupa a padres, educadores y profesionales de la salud y que actualmente padece el 3% de los niños, según la Organización Mundial de la Salud.
La depresión es una enfermedad que comienza a afectar el cuerpo y desestabiliza el estado de ánimo de la persona, influye en sus pensamientos y dificulta la alimentación y el sueño. Según la Organización Mundial de la Salud, la depresión se convertirá en la segunda causa principal de discapacidad en el mundo para 2020, solo por detrás de las enfermedades isquémicas, mientras que en 2000 ocupó el cuarto lugar.
Debido a que es más difícil detectar esta enfermedad a esta edad, se debe prestar mayor atención a la desmoralización que sufren los adolescentes y los niños. Para prevenirlo de forma temprana, se debe dar la mayor visibilidad posible en la sociedad. Es una enfermedad que afecta a niños y adultos, pero si tenemos en cuenta la falta de madurez emocional y conocimientos para soportar este sufrimiento, interfiere profundamente en el desarrollo de los más pequeños.
Una de las preguntas más comunes que se hacen los padres es: «¿Qué te deprime?» Al tratar de responder a esta pregunta, los padres suelen cometer dos tipos de errores sobre esta enfermedad. Uno de ellos es la falta de comprensión de este concepto, no es lo mismo «estar triste» o «deprimido», estados de ánimo que alguien ha sufrido en algún momento por no ser feliz, en el trabajo o en el entorno familiar. Estos síntomas son parte de la enfermedad, pero de forma más generalizada y duradera. Otro concepto erróneo es creer que los niños se encuentran en una etapa de despreocupación y sin problemas, ya que no tienen control sobre sus vidas y los eventos que les suceden.
Principales síntomas que presentan los niños:
- Tristeza e irritabilidad en su estado de ánimo persistente.
- Pérdida de interés, ya sea en el entorno social, escolar o de ocio.
- Baja autoestima o sentimientos de inutilidad.
- Dificultad para dormir y trastornos alimentarios. Generalmente, en niños y / o niñas, el peso aumenta.
- Falta de energía en todas las actividades que realiza.
- Quejas somáticas: dolor de cabeza, dolor de estómago, etc.
La psicoterapia y la medicación pueden ser las mejores opciones para tratar al niño una vez diagnosticado. La terapia puede ayudar a los niños a afrontar sus problemas pasados y presentes de forma sana, y también a aprender para no obstaculizar su desarrollo. Hay casos en los que la medicina es más eficaz, pero siempre debe ir acompañada de psicoterapia, ya que la causa subyacente no se cura solo con medicación.
En el informe “Prevención de la depresión en niños y adolescentes” de la revista Infocop, Brindar una revisión de los programas actuales diseñados para prevenir esta enfermedad que han funcionado positivamente y ejemplificar los más efectivos. En una revisión bibliográfica de estos estudios en España, hay una ausencia de investigación «cualitativa y cuantitativa», dice el artículo. Destaca la necesidad de invertir en «intervenciones para prevenir la depresión en los jóvenes en general y para incrementar la investigación en España», ya que la prevención es beneficiosa y equivale a una medida de ahorro sanitario a largo plazo.
Recuerda que si quieres realizar, en unos minutos, la evaluación del desarrollo de tu hij@ para comprobar si está siendo «adecuado», puedes hacerlo con nuestra herramienta EDA haciendo CLICK AQUÍ y si aún no sabes lo que es haz CLICK AQUÍ para saber más.