Me gusta sentarme y usar mis manos para hacer todo tipo de cosas. No suelo tener una idea clara de lo que saldrá, ¡pero me divierte averiguarlo!
Ha llegado el momento de que no me falte de nada, lo mismo te desvaino unos guisantes, que agoto los colores de tanto pintar y, por supuesto, me voy aficionando a los juguetes de construcción con todo tipo de piezas.
Tener dos manos con todos sus dedos es un gran invento. Puedo manipular los objetos con toda mi fuerza o llevar mucho cuidado y resolver problemas que requieren finura y destreza.
Desde que cumplí dos años me paso las horas investigando como montar y desmontar los objetos que tienen piezas. A veces, si las cosas no me salen, acabo a golpes contra ellas, pero si me relajo y utilizo los dedos, logro lo que me propongo. Aplasto la plastilina con el puño, y agarro las bolas con los dedos. ¡Que no me falte el papel y las pinturas de dedos, los colores de cera, los lápices de color! Mucho mejor si son grandes pliegos de papel o cartulina, así me puedo mover con más libertad.
Recuerda que los juegos de construcción me gustan para poner a prueba mis habilidades manuales, aunque no suelo acabar lo que empiezo.
¡Pero no te olvides, mi juguete favorito eres tú!
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